Diablo sabes mas por viejo

27 de septiembre de 2005



Una viejecita fue un día al Banco de Canadá
llevando un bolso lleno de dinero. Insistía
en que quería hablar con el Presidente del
Banco para abrir una cuenta de ahorros porque
es mucho dinero. Después de mucho discutir,
la llevaron ante el Presidente del Banco
(el cliente siempre tiene razón).

El Presidente del Banco le preguntó cuanto
quería ingresar. Ella dijo que 165.000 dólares,
y vació su bolso encima de la mesa.
El Presidente, naturalmente, sentía curiosidad
por saber de donde había sacado tanto dinero,
y le preguntó: "Señora, me sorprende que lleve
tanto dinero encima. ¿De donde lo ha sacado?"
La viejecita contestó: "hago apuestas".
"¿Apuestas?" Preguntó el Presidente.
¿Que tipo de apuestas? La viejecita le contestó
"Bueno, por ejemplo: ¡le apuesto a usted 25.000
dólares a que sus pelotas son cuadradas!.
El Presidente soltó una carcajada y dijo:
"Esa es una apuesta estúpida. Usted nunca puede
ganar con una apuesta de este tipo.
" La viejecita lo desafió. Bueno, ¿estaría usted
dispuesto a aceptar mi apuesta?. Por supuesto!,
Respondió el Presidente. "Apuesto 25.000 dólares
a que mis pelotas no son cuadradas!.

La viejecita dijo: De acuerdo, pero como hay mucho
dinero en juego, puedo venir mañana a las 10 hrs
con mi abogado para que haga de testigo?
"Por supuesto", respondió el confiado Presidente.
Aquella noche, el Presidente estaba muy nervioso
por la apuesta, y paso largo tiempo mirándose
sus pelotas en el espejo, volviéndose de un lado
a otro una y otra vez. Se hizo un riguroso exámen
y quedó absolutamente convencido de que sus
pelotas no eran cuadradas y que ganaría la
apuesta. A la mañana siguiente, a las 10 en punto,
la viejecita apareció con su abogado en la oficina
del Presidente. Hizo las oportunas presentaciones
y repitió la apuesta: "25.000 dólares a que las
pelotas del Presidente son cuadradas"
" El Presidente aceptó de nuevo la apuesta y la
viejecita le pidió que se bajara los pantalones
para que todos lo pudieran ver.
El director se los bajó.
La viejecita se acercó y miró sus pelotas
detenidamente y le pregunto si las podía tocar.
"Bien, de acuerdo", dijo el Presidente.
"25.000 dólares es mucho dinero y comprendo
que quiera estar absolutamente segura.
Entonces se dio cuenta de que el abogado estaba
golpeándose la cabeza contra la pared.
El Presidente pregunto a la viejecita
¿Que le pasa a su abogado? Ella contestó:
"Nada, solo que he apostado con él 100.000
dólares a que hoy, a las 10 horas, tendría las
pelotas del Presidente del Banco de Canadá
en mis manos!

upsssssssssss que lo disfruten
Luunna


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